jueves, 16 de mayo de 2013
Freddie Mercury "Tercer Acto: Farrokh"
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Unknown
"No voy a ser una estrella, voy a ser una leyenda"
Bomi Bulsara esperaba nervioso el nacimiento de su primer hijo en la sala de espera del Shangani Govt. Hospital de la isla de Zanzíbar, un protectorado británico en aquel momento, Bomi, un funcionario indio de la Administración colonial británica destinado a aquella zona, se asomaba constantemente al pasillo en busca del médico que le diera noticias sobre su mujer, Jer, y el recién nacido. Era el 5 de septiembre de 1946 cuando Bomi supo que había tenido su primer hijo, un varón al que llamaron Farrokh Bomi Bulsara. La familia Bulsara, eran descendientes de los persas que emigraron a la India en el siglo VII para escapar a la persecución religiosa, por lo que eran "parsis", seguidores de Zoroastro (o Zaratustra), al que se considera primer profeta de la historia (una religión minoritaria, que apenas cuenta con 90.000 seguidores en todo el mundo, la mayor parte en Bombay). Desde muy temprana edad, Farrokh, dio sobradas muestras de que no iba a encajar muy bien en el conservadurismo del culto. así que con ocho años deciden enviarle a un internado para chicos cerca de Bombay, el St. Peter's School, allí recibiría una buena educación "británica", y a fe que lo hizo. Farrokh, aunque muy tímido y apegado a su madre y hermana pequeña Kashmira, era un muchacho despierto y con mucho talento, deportista entusiasta, pronto despuntó en boxeo, deporte que su madre consideró demasiado violento, por lo que colgó los guantes para convertirse en campeón escolar de ping pong. Tal vez por ese espíritu imperialista que reinaba en aquellas escuelas británicas, su nombre pasó de Farrockh a Freddie, un cambio que fue rápida y favorablemente aceptado incluso en el seno familiar. Es también durante esos años cuando Freddie comienza a mostrar dotes artísticas...
Fue el propio director del St. Peter's quien recomendó a los padres de Freddie que el muchacho debía tener una formación musical, con cierto recelo Jer y Bomi matriculan al chaval en piano, y le permiten formar parte del coro escolar. El inquieto Freddie también demostró interés y aptitudes para las artes escénicas, participando muy activamente en el grupo de teatro escolar, no solo actuando, si no también diseñando vestuario, decorados, etc... Pasa la mayor parte de su infancia en la India, entre la casa de su abuela y la de sus tíos en Bombay, allí impresiona a sus colegas con su increíble habilidad para reproducir las melodías de Cliff Richard, Gene Vincent o Little Richard tras escucharlas en la radio (aunque reconoce que su artista preferida era Liza Minnelli). Así que pronto monta su primera banda amateur de Rock and Roll, The Hectics, con la que triunfa en fiestas y bailes escolares (también comienza a dar muestras de una especial creatividad sonora, combinando música clásica e hindú con los clásicos del Rock, algo que ninguno de sus colegas entendía ni de lejos). En 1962, tras acabar sus estudios e el St. Mary's School, de Bombay, Freddie regresa junto a su familia a Zanzíbar, pero se encuentra ante un país convulso y azotado por la revolución, un estallido de violencia que daría como resultado el nacimiento del estado de Tanzania, por lo que los Bulsara deciden huir, emigrando al Reino Unido donde se establecen en una pequeña casa en Feltham, en Middlesex, cerca del aeropuerto de Heathrow, Londres.
Con 18 años descubre la modernidad de Londres, y queda extasiado, se hace fanático de Pink Floyd, Aretha Franklin, The Who, Bob Dylan, Elvis Presley, Led Zeppelin, The Rolling Stones, Jimi Hendrix, The Beatles..es cuando comienza a estudiar Arte, y a trabajar en el Aeropuerto, Freddie era un tipo que caía bien, amable, de muy buenos modales fruto de su educación en Bombay, donde algunas familias, aspiraban a ser mejores ingleses que los propios británicos), también tenía cierto atractivo, no era guapo, pero tenía un encanto especial, a lo largo de su vida muchas mujeres le persiguieron, aún sospechando su homosexualidad. Son los años en los que conoce a Mary Austin, los inicios de Queen, algo que ya os he contado en las dos anteriores entradas, Farrokh Bomi Bulsara desaparece y deja paso a la estrella, Freddie Mercury. Como mandan los cánones del Rock, la gran figura era conocido por su pose histriónica, por dar las mejores y mas sonadas fiestas, unos eventos orquestados milimetricamente, llenas de excesos, y aderezadas con enanos disfrazados, ogros, bailarinas de ballet y divas transexuales... Uno de sus road-managers comentaba a la revista "Rolling Stone" que sus excesos estaban organizados como maniobras militares, les llevaban las drogas a cualquier ciudad en la que tocaran, si la coca no llegaba a tiempo, se retrasaba el concierto, y por supuesto el sexo era el epicentro de todo, durante años Queen superó a Led Zeppelin en excesos y desmadres, se cuenta de Mercury que antes de un bis, a veces se escabullía al backstage, se ponía unas rayas de coca, dejaba que algún tipo al que acababa de conocer le hiciera una mamada y volvía al escenario a terminar el concierto. Según su colega Elton John, Mercury tenía un aguante como nunca había visto en nadie. “Pasaba noches y noches despierto”, contaba, “te lo encontrabas a las once de la mañana y seguía volando alto. Su banda tenía que coger un avión y él decía, tan tranquilo: ‘Joder. ¿Otra raya, querido?’. Sus apetitos eran insaciables. Me agotaba a mí, y eso no es fácil”. Es en este punto donde hay que tener cuidado, hay mucho de "leyenda urbana" en este tipo de historias, como el (malintencionado) rumor que retrata a un Mercury visitando por la noche los puertos italianos, y ofreciendo fajos de billetes a los estibadores a cambio de favores sexuales, en mi opinión, historias creadas para dañar, aprovechando la mala fama de la enfermedad del cantante...
Sin embargo Mercury casi nunca concedía entrevistas, su vida privada nunca debía mezclarse con el "personaje" musical, un hermetismo que cabreaba mucho a la prensa del momento, ansiosos en descubrir los detalles escabrosos de las figuras mas relevantes, lo que le condujo a que en algunos medios fuera vapuleado y menospreciado, aun así él comentaba con orgullo: "Soy famoso por no hablar con la prensa”, lo cierto es que le gustaba ser diferente y crear espectación sobre el camaleónico personaje en el que se había convertido. Andrógino, liberal, ambiguo, creador, diva... Mercury fue el epicentro de la modernidad, y si se mira bien, un hombre de su época. Mercury entendía el Rock, como un espectáculo a gran escala, no había que dejar ningún cabo suelto, escenografía, pose, vestuario, videoclips...siempre de la manera mas exagerada que se pudiese, una premisa aprendida de David Bowie, quien afirmaba que el Rock se cimenta sobre un cúmulo de soportes mas allá del sonoro, la música es el núcleo principal, sin embargo para destacar, para trascender, hay que utilizar inteligentemente otros todos los medios que tenemos a nuestro alcance, el misterio, el vestuario, el show, los videos...detalles que marcaban la diferencia en aquellos años de eclosión audiovisual, y Queen entendió este potencial a la perfección. Su madre Jer recordaba en una entrevista a "The Times", que cuando Freddie vio a Elvis en la tele dijo "algún día seré como el, para bien o para mal", y así fue, Mercury se convirtió en una personalizada versión moderna del Rey.
Luego están la anécdotas destacables, en otoño de 1976, durante la grabación de "Day at the Races", en los estudios Wessex, Queen se encontraron con unos recién fichados por EMI, cabezas visibles del sonido imperante en aquel momento, el Punk, pronto el mundo conocería a aquellos muchachos, se hacían llamar Sex Pistols. Fue un encuentro agradable, unos chavales desaliñados y desorientados, con rabia sociopolítica, pero nada mas. Un año mas tarde, durante la grabación de "New Of The World" vuelven a coincidir en el mismo sitio, los Pistols preparaban "Never Mind The Bollocks", y contaban con un nuevo bajista, un tipo impresentable y desfasado llamado Sid Vicius. Aquella parodia de músico, se acercó a la sala de control donde Freddie trabajaba, y de mala manera le espetó: "¿Ya has conseguido llevar el ballet a las masas?", refiriéndose a un comentario hecho por Mercury a un periodista cuando comenzó a lucir leotardos sobre el escenario (Freddie vestía diversa indumentaria escénica, kimonos, atuendos de bailarín de ballet, monos de pedrería a lo Elvis...). Fredd, educado como era, se levantó con tranquilidad, se acercó al desaliñado pelopincho y, con firmeza, aunque sonriendo le dijo: "¿Tú no te llamabas Stanley Ferocius o algo así?" mientras lo agarraba del cuello de la camisa, echándole de la sala de un empujón. Aunque el Punk conquistó unos meses a la joven y desorientada audiencia, fue un fenómeno pasajero, aunque destacable (por supuesto), y reconvertido en otros sub-géneros menos radicales, pero a Freddie no le interesaba ese limitado fenómeno musical, y mucho menos su estética, Lo curioso es que Roger Taylor comentó que le gustaba como tocaba Johnny Rotten, y con el tiempo, grupos como Nirvana, Green Day o the Germs, influenciados por ambas bandas, demostraron que, a pesar de lo equidistante del planteamiento, ambos interesaban a un público similar (al menos en aquel momento).
Aparte de su trabajo con Queen, Mercury comenzaba a labrarse una carrera como solista, un montón de sencillos (como su fantástica versión del "The Great Pretender" de the Platters) y dos álbums, Mr. Bad Guy (1985), un primer disco sin su banda, muy irregular y algo flojo, música disco y pop con arriesgados arreglos orquestales, secciones de viento, un juguetón piano, y mucha extravagancia, a pesar de que Queen se encontraba en un punto de cierto receso, Mercury no pudo, o no supo estar a la altura, y el resultado no fue lo esperado, pero como era un verdadero Rey Midas, el publico respondió bien y las ventas lo colocaron el lo alto de las listas. En 1987, Freddie, gran amante del "bel canto", acude a una representación de Ópera con Montserrat Caballé como principal soprano, emocionado con la poderosa voz de la artista catalana, sale del teatro con la idea de escribir y dedicarle una canción. Con la idea del dramatismo y la grandilocuencia de la Ópera, graba una demo y, tras concertar una cita con ella, se coge un vuelo a Barcelona, su primer encuentro se realiza en el Hotel Ritz, desde el primer momento conectan, a pesar de las evidentes diferencias entre ambos, se descubren almas gemelas, acaban amándose como se aman dos hermanos, él le regala un casette con la demo de "Barcelona", la escuchan juntos y ella se emociona con la bella melodía de la canción, continúan juntos hasta altas horas de la madrugada, charlando, conociéndose, sin alcohol, simple y pura amistad. Finalmente decide grabar con Mercury aquel tema, a la Caballé nunca le gustó relegar su voz al escenario operístico, así que el resultado fue impresionante. Barcelona (1988) fue considerado el disco mas excéntrico del año, grabado a dúo con la gran soprano, fue tachado de genialidad y disparate a partes iguales, sin embargo el éxito del tema principal "Barcelona", hizo que el COI lo eligiera como himno oficial de las Olimpiadas de 1992, en cuya ceremonia de inauguración, Mercury y la Caballé deberían cantarla, algo que nunca sucedió por el fallecimiento del cantante.
Se cuenta que tras su muerte Mary Austin, esparció sus cenizas en el lago Lemán, en Suiza, cerca de una de las residencias del artista, pero nunca se ha confirmado (como fiel seguidor de la religión zoroástrica, su cuerpo debía ser dejado en una "torre del silencio" para ser devorado por los buitres). Freddie Mercury, una de esas imágenes sin igual, que alcanzas a saber quién es con vislumbrar apenas su silueta, con esa capa y corona de piedras preciosas en pose de “reina”, con el puño en alto y los pies separados, un titán escénico, un grande de a música, creativo innovador.un tipo que, según los que le conocieron, no era un astro, si no un chico simpático, que hacía facil el trabajo, amante de sus gatos ( incluso le dedicó una canción a uno de ellos "Delilah", la canción apareció en el disco Innuendo de Queen), solitario, reservado, estrella excesiva y luminosa. Un artista con mayúsculas cuyo legado perdura intacto muchos años después de su desaparición, y seguro que seguirá así por mucho mas tiempo...
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Estupendo corolario para esta trilogía de posts sobre Mercury (quien en mi personalísima opinión, sí que se convirtió en Leyenda!)
ResponderEliminarUn gran trabajo, Sebastián! Excelentes las tres entradas y todo el material que exponés y analizás en su conjunto.
Como siempre: Un gran placer leerte!
Afectuosos saludos!
Lau.
Magnífica reseña sobre el señor Mercury. Algunas cosas ya las sabía pero desde luego no con tanto detalle. Y estoy totalmente de acuerdo con esa comparación con Elvis: su brillo y al mismo tiempo sus excesos -que tal vez ocultan un instinto autodestructivo- marcaron totalmente la vida de este hombre. Es el alto precio que pagan las grandes estrellas, que a veces parecen no tener claros los límites.
ResponderEliminarPero en fin, ya lo decía él: the show must go on.