jueves, 3 de abril de 2014

Vinilos de Oro: "Natural"



 Que no se asuste nadie, voy a hablaros de Juan Pardo. Es posible que después de este anuncio alguno empiece a notar picores, sudor frío o taquicardia... otros, de mente mas abierta y acostumbrados a mis propuestas musicales, se dejaran llevar a ver que pasa, y un último grupo (estos serán los menos me temo) les habrá dado un pequeño vuelco el corazón al intuir de lo que les vamos a hablar hoy. Antes que nada debo poneros en antecedentes, escucho a Juan Pardo desde que tengo uso de razón, mi padre fue posiblemente uno de sus mayores fans (un disco suyo era un regalo muy socorrido y acertado para las navidades), por lo que en mi casa su música y su voz van irremediablemente asociados al recuerdo de mi padre... pero no creáis que me estoy poniendo sensiblero, no traigo a Juan Pardo a Grafistántaneas por eso, aquellos discos de mi infancia me hicieron conocer al artista, pero aquellas canciones eran de mi padre, nunca conectaron conmigo, y ahí quedó la cosa. Con el tiempo (y algo de nostalgia) volví a interesarme por su figura, posiblemente el recuerdo mayoritario sea el del Juan de los 80, un cantante de canciones ligeras modernillas, chaqueta azul marino con botones dorados, camisas rosas, coros de niños y legión de jubilautas al fondo... algo que no se ajustaba en absoluto al sonido de los singles que recordaba poner una y otra vez en aquel plato con ampli de bombillas. Es entonces cuando (re)descubrí un artista esencial, injustamente etiquetado, un pionero del pop cuya verdadera importancia ha quedado ensombrecida por su etapa mas populachera (aunque supongo que mas rentable también), un artista cuyo momento cumbre debe situarse entre el 71 y el 76, cuando su talento y evolución dieron como resultado un buen puñado de discos impecables, entre los que debo destacar uno que nunca estuvo entre la colección de mi padre, una verdadera joya a medio camino entre el cantautor acústico, el folk, y el misticismo pop... y completamente en inglés... España, año 1972...

A principios de los 70 Juan Pardo todavía era un cantante con conexiones pop, lejos quedaba aquel 1962 cuando mereció el premio al "mejor rocker español del año", con versiones como "Whole lot of a shakin' going on", de Jerry Lee o "La bamba", luego llegaron Los Pekenikes (aún un grupo vocal, donde el director artístico de la compañía comentaba sobre él en estos términos: "Mira, volved a llamar a Junior. Ese chico que habéis traído no sirve para cantante y jamás hará carrera", poco después coincidiría con el filipino en Los Brincos, para unirse como dúo como Juan y Junior, donde comenzó a destacar como compositor e intérprete de un eficaz pop clásico, con grandes armonías vocales y arreglos orquestales, con temas como "Tiempo de amor", "En San Juan", "Nos falta fe", "La caza", "Anduriña" (tema favorito de Picasso, gracias al cual tuvieron la oportunidad de conocerse en Francia), "Tres dias" o "Nada". En 1969, tras un desencuentro con Junior decide emprender una carrera como solista, en ese momento se destapa un nuevo Juan Pardo, arriesgado, innovador y sin la imperiosa necesidad de cumplir con los compases de la melodía. Su primer single hace temblar a los directivos de Zafiro, un tema de siete minutos (cuando en  en aquella época ninguno sobrepasaba los tres o tres minutos y medio), y encima compuesto en gallego. Desconfiados, le presionaron fuertemente, pero Juan no cedía, al final le convencieron sobre lanzar una versión en castellano a la misma vez que la original, Zafiro-Novola, que no lo veía nada claro, sacó por su cuenta solo la versión en castellano y sin avisar (que por cierto fue un inesperado éxito), hubieron discursiones, desencuentros, enfados, y finalmente se lanzó la otra... pero Juan se negó a cantar nunca mas en la versión elegida por Zafiro y en sus conciertos sólo la interpretaría en galego...pero volvamos a "Natural" que me estoy perdiendo, y no quiero liaros...



El inicio de los 70 fueron tiempos de cambio para el pop español, muchas de aquellas punteras bandas de los 60 veían como sus cantantes se "independizaban" e iniciaban su andadura como solistas. Juan Pardo debuta con "Soledades" un disco irregular, formal y melancólico a veces, con momentos memorables como la enérgica  “Quise por querer”, aunque también peñazos como "Eva", una inaguantable letanía sentimental de siete minutos, o "Noreen" tema con el que Juan parece avisar de cuales son sus intenciones inmediatas. Parecía que el artista sufría de una personalidad múltiple, por un lado el comercial casposillo, por otro el cantautor optimista, el proto trobador de las aldeas, y el moderno artista pop. En esta última faceta, Pardo intenta abrir el mercado anglosajón, compone y canta en inglés con una marcada influencia del pop británico del momento (faceta que explotó apadrinando a la cantante británica Andee Sylver). En aquel momento Juan, posiblemente en una etapa mística, decide apostar por algo diferente, una evolución en su forma de componer, sentir y hacer, en sus propias palabras: "un volver a las raíces puras de la composición, una guitarra con el acompañamiento de otras guitarras, órgano, bajo y batería, y hacer las canciones en su base mínima, que no tuviesen demasiado adorno. Y ahí nació el concepto de "Natural". Pop y Folk se unen en este disco, un gran trabajo, canciones desnudas, casi un antecesor del "unplugged",  una producción que puedes poner perfectamente junto al " Teaser And The Firecat" de Cat Stevens, o el "Sunshine Superman" de Donovan.



 Editado en el sello Erika, del que Juan era copropietario, "Natural" se graba en los estudios Trident de Londres, con Andee Silver en los coros y Chris Spedding (Roxy Music) como guitarrista principal, Clem Catini (The Tornados) a la batería, y el director de orquesta Colin Green. Posiblemente hoy pueda considerarse este disco como una rareza, poco nombrado y que nunca se incluye entre los recopilatorios del artista, y es que, a pesar de la buena acogida de la crítica, "Natural" no funcionó nada bien en el mercado, el público no supo digerir que de repente, un cantante que compone y canta en castellano y gallego, se pusiera a cantar en inglés unos temas tan "intensos". "Natural" se coloco en el número uno de ventas gracias a los elogios de la prensa, pero no aguantó mucho el tirón y se fue diluyendo tras los temas de Nino Bravo, Jeanette, Camilo Sexto, o Formula V (estos dos últimos deben algunos de sus éxitos a Pardo). "Natural" puede entenderse como un álbum conceptual que evidenciaba las influencias del rock, country y folk del compositor, tanto es así que Pardo no permitió que se editaran singles del disco, el disco debía convertirse en una experiencia completa. El tema que le da nombre es excelente  (en sus dos versiones), hubo una versión en español, mucho mas rítmica que sirvió como fondo para un spot de trinaranjus (Juan hizo diversos trabajos en publicidad), el resto del disco deambula en la misma línea, temas elegantes con cierto aire introspectivo, pero sin el trascendentalismo filosófico de otros artistas de la época,  "Where is Love", “Hiroshima”, "Count on me" o "Come Back"  valen una escucha por si solas.



 Durante la promoción,los de CBS le invitaron a una cena en Londres, allí se encontraba Juan, sentado entre Tony Bennett y Matt Monro, hablaron de su disco, George Martin se interesó por el, esa misma noche se lo hizo llegar, su (anecdótica) respuesta fue inmediata y, según cuenta el artista, en un tono sincero: “Fantástico, me gustó muchísimo, creo que tienes un camino estupendo. Si alguna vez necesitas algo, llámame”. Con "Natural" Juan comienza una trilogía inglesa que se completa con "My Guitar" (1973) y "Conversations with myself" (1974), donde experimenta con el Country y el rock sureño, siempre desde un pop suave, este último, aunque mas flojo se convierte en su mayor éxito, su single en castellano ("Conversaciones conmigo mismo") se coloca en el numero uno de ventas (para mi es un tema impresionante) durante doce semanas, entre el 28 de septiembre y el 14 de diciembre, en ese momento Juan entiende que el círculo estaba cerrado, y era hora de cambiar de rumbo.

Es muy probable que hoy ya nadie recuerde la razón por el que "Natural" fuese un disco tan especial, yo tenía un añito cuando salió al mercado, no lo viví, pero recordar que estábamos en 1972, nadie en España hacía nada parecido musicalmente, al menos para el gran público (a nivel, digamos, underground, gente como Smash estaban alentándose décadas con su concepto sonoro). "Natural" es uno de los mejores discos de la dilatada carrera del cantante gallego (aunque nacido en Palma de Mallorca), es posible que algunos piensen que este disco no ha soportado bien el paso del tiempo, es su problema, ya lo aviso, en cuestiones musicales el tiempo no es un factor que reste, en mi opinión es todo lo contrario, en los trabajos honestos y de calidad, siempre suma. Además, durante esa época Juan no se limitó a sus discos y conciertos, mientras tanto ayudaba a alcanzar el estrellato a un buen puñado de artistas como Camilo Sesto, los Pecos, Andrés do Barro, Massiel, Manolo Galván, Nuestro Pequeño Mundo, Maruja Garrido, Daniel Velázquez, The Casuals, Andee Silver, Juan Erasmo Mochi, Luis Gardey, Los Mismos, La Zarzamora, Marisol, Miguel Ríos, Juan Camacho...etc. El Juan Pardo que me gusta es el anterior a los 80 (nunca he entendido por que de repente se reivindican  como "modernas"  figuras como Raphael  o Rocio Durcal, mientras se dejan atrás otras mucho mas influyentes e importantes), en aquel momento  Juan era nuestro Paul McCartney, compositor, productor implicado, innovador, con una gran visión comercial, posiblemente empalagoso y amable en exceso, con predilección por los cambios de ritmos y con unos arreglos que siempre me recuerdan al Beatle (salvando las distancias, o sin salvarlas). Ahora si que reconozco dejarme llevar por una simpatía arraigada en mis recuerdos, y que algunos de estos temas de Pardo, en el fondo ya presagiaban el futuro camino del artista, en cualquier caso que "Natural" (My Guitar", ó "Conversations with myself")  sean discos de Juan Pardo no debe de intimidaros, dejar atrás los prejuicios (yo tampoco simpatizo en exceso con el Pardo de los 80), escuchen este último tema que le da título y sumérjanse en este sonido "Natural", una propuesta que hay que paladear despacio... háganme caso y disfrútenla sin mas prejuicios...




3 comentarios:

  1. Maravilloso Post, Sebas!
    No tengo yo facilidad para este tipo de afirmaciones, de tanto y tan variado que es mi apetito, pero si puedo decir que este es uno de mis discos favoritos!!!

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  2. No sé lo que opinarán sus fans más "canónicos", pero para mí fue su mejor disco. Y es cierto que hay influjos de Donovan, pero Juan ya tiene un estilo propio. Es el único LP suyo que tengo, y creo que con eso está dicho todo.

    El problema es que Juan ya tenía que luchar contra su imagen de sensiblero, y supongo que por eso no tuvo gandes ventas: los aficionados "enrollados" no le hacían caso, y para el público masivo resultó alejado de sus gustos. El caso es que el disco pasó casi desapercibido, y tampoco comprendo por qué no se hizo un single: al menos en las radios, hubo uno promocional, pero nada más. En fin, un caso muy raro.

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  3. A mí me da pena lo que pasó con este estupendo interprete y su renuncia a seguir una línea en la que más tarde o más temprano tendría el reconocimiento debido.
    No sé si el hecho de cantar en inglés le aporta un plus de calidad, espero que no, porque hasta esos fatídicos 80 todo lo que hizo en gallego, castellano o inglés tienen igual calidad.
    Duele mucho haberlo visto después, ahora debe estar jubilado, haciendo música pachanguera en la Televisión Gallega y convertido en portavoz musical del PP en sus mítines.

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