martes, 15 de abril de 2014

"Canciones Malditas "...segunda parte



Aquella mañana parecía augurar otra monótona semana en la Cleveland Elementary School, en San Diego (California), un lunes más, pero aquel 29 de Enero de 1979, un espíritu atormentado e incomprendido decidió que había llegado el momento de hacerse oír. Brenda Ann Spencer no tenía muchos amigos, a sus 16 años lo que le gustaba eran las armas, y tenía buena puntería, esas navidades su padre (un maltratador que le había destrozado la vida a base de abusos y vejaciones) le había regalado un rifle semiautomático, y Brenda pensó que era un buen día para probarlo. Sentada tras su ventana, comenzó a disparar a los alumnos que entraban en la escuela frente a su casa, aquello le divertía, reía mientras apretaba el gatillo una y otra vez. Alcanzó a 8 niños, el director de la escuela (Burton Wragg) y el guarda Mike Suchar intentaron proteger a los pequeños y lo pagaron con sus vidas. Al llegar la policía, los recibió a balazos, hiriendo a uno de los agentes. Atrincherada en su casa, la negociación duró más de seis horas, aquel acontecimiento mantuvo en vilo a la población estadounidense, que seguía el triste acontecimiento a través de la televisión. Cuando finalmente salió de su casa, esposada y escoltada por dos agentes, un periodista le preguntó por sus razones para tal acto, Brenda, serena y con una terrible frialdad, se detuvo y respondió: " Estaba probando mi rifle, eso es todo, sólo fue por diversión...además, no me gustan los lunes"...

Ese mismo día, el músico irlandés, Bob Geldof se encontraba en Atlanta, en una gira de promoción para dar a conocer a los americanos el trabajo de su banda The Boomtown Rats, un año antes habían llegado al número 1 en U.K. con "Rat Trap". El caso es que la noticia, y la falta de remordimiento de la joven impactó en el artista británico, que decidió volar hasta Los Angeles para reunirse con su banda y ponerse a trabajar en una canción, un tema crítico sobre el acomodado estilo de vida de la sociedad globalizada, que, en algunos casos, tienen consecuencias extemadamente trágicas. Con cierta influencia Jamaicana, un potente piano y un especial énfasis en la frase principal, nace uno de los temas mas conocidos de la década de los 80..."I Don't Like Mondays". El tema tuvo serios problemas para ser emitido en los USA, demasiados sensibles a que una banda británica cantara sobre un día tan terrible para ellos, aún así fue un rotundo hit, aunque muchos desconocieran el verdadero trasfondo del tema, y ¿quien no ha cantado este tema uno de esos espesos lunes?...



Era viernes, 22 de noviembre de 1963, cuando Lee Harvey Oswald, decidió (sólo o, según algunas teorías, con ayuda de alguien) acabar con la vida del trigésimo quinto Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, apostado tral la ventana de un almacen de Plaza Dealey, en Dallas, cumple su funesto propósito con un rifle con mira telescópica. Posiblemente, aquel acontecimiento fue el más impactante para la población estadounidense durante varias décadas, una herida difícil de cerrar, y que hizo correr ríos de tinta, y por supuesto, inspiró cientos de canciones, cada una con su propio mensaje. Pero aquellos días fueron especialmente trágicos para un músico de Nashville llamado Bobby Hebb. Hijo de dos músicos ciegos, Bobby pasó su infancia y juventud cantando y tocando junto a su hermano Harold, les iban bien las cosas, se codeaban con gente como Bo Didley o Chet Atkins. Pero un día después del asesinato del Presidente norteamericano, Harold fue asesinado en un night-club de su ciudad natal. Consternado por tanta violencia, cayó en una brutal depresión, aunque finalmente decidió buscar un sentido a tal locura, y lo hizo a su manera, con música. Así que Bobby Hebb decidió escribir un canto a la vida, una llamada a los nuevos (mejores) tiempos, una canción sensible y optimista, un canto a la esperanza y al amor. "Sunny" fue presentada en 1966 mientras acompañaba a Los Beatles en una de sus giras americanas, el tema llegó rápidamente a lo más alto de las listas, "robando" ligeramente el público a los cuatro de Liverpool. Sin embargo, y a pesar de que Hebb, compuso muchos y grandes temas, sólo se le recuerda por este precioso himno, una de las canciones más hermosas que se han escrito, a pesar de su triste trasfondo...



Peter Fechter tenía 18 años, trabajaba como obrero de la construcción en la República Democrática Alemana, y no era feliz, su sueño era escapar. Un año antes, el levantamiento del muro que dividía las "dos alemanias", había hecho que la situación fuese cada vez más tensa y difícil. Así que el 17 de agosto de 1962, Peter decide, junto a su amigo Helmut Kulbeik, esconderse en un taller de carpintería, ubicado cerca del muro, desde allí podían observar los movimientos de los guardias y así, aprovechando un descuido, saltan desde una de las ventanas, cruzando hasta "el corredor de la muerte" (la franja entre el muro y otro paralelo que se estaba empezando a construir), comienzan a trepar por el muro en busca de su libertad. Sin embargo, los guardias se percataron del movimiento y comenzaron a disparar, Kulbeik, con más suerte que pericia, consigue cruzar al otro lado, sin embargo, Fechter es alcanzado en la pelvis, cayendo en tierra de nadie, a la vista de cientos de testigos de ambos lados, incluidos algunos periodistas, a pesar de sus gritos, no recibió ayuda alguna. Peter murió desangrado ante la vista (y la vergüenza) de todos, tras una hora de agonía. Su muerte (la primera del muro de Berlín) se convirtió en un símbolo de la libertad, manifestaciones desde ambos lados utilizaron su nombre como estandarte, una cruz fue puesta en su honor en un punto cerca del lado occidental donde cayó...

A finales de los 60, en una España que también soñaba una libertad, Luis Armenteros y Pablo Herrero (Los Relámpagos) deciden componer un tema inspirándose en este trágico suceso, y trasmitir el ansia de libertad en forma de canción. (debo decir que estos datos son difíciles de corroborar, y que la letra está sujeta a miles de interpretaciones, pero comprobaréis que despes de leer esto, la letra cobra un gran sentido). El artista escogido para interpretar el tema fue una incipiente estrella de la música, una de las mejores voces que ha tenido nuestro país, el valenciano Luis Manuel Ferri Llopis, más conocido como Nino Bravo. En 1971, y tras una exitosa gira por Latinoamérica, regresa a España para grabar un nuevo disco, "Mi tierra" (1972), con el que se sitúa en el número uno de ventas gracias a "Libre", la optimista exaltación de la libertad que, rápidamente, también es adoptada como himno por algunos regímenes Latinoamericanos...

Y con este tema, acabamos este macabro repaso a las canciones malditas, hoy dedicado a las que fueron inspiradas por trágicos sucesos, espero no haber parecido macabro o frívolo, y que disfrutéis de estos temas por lo que son, grandes canciones, y dejad sus razones como anecdóticas y curiosas... Un saludo!


Els Cinc Xics (Valencia Rockera)





Los años sesenta fueron, en general, un escenario temporal en el que eclosionaban nuevas corrientes artísticas, eran tiempos de cambios, arte, literatura, cine y música buscaban nuevos lenguajes, mas comprometidos, mas libres. El Rock se convirtió en el principal referente sonoro de los jóvenes de medio mundo, y a pesar de nuestra "especial" situación política, en España también bebimos de esos aires renovadores y pretendidamente rebeldes. Por lógica centralización Madrid se convirtió en el principal foco de actividad musical del momento, muy de cerca le seguía Barcelona, puerta hacia la libre Europa, con inmejorables accesos a las novedades discográficas gracias a sus conexiones por tierra mar y aire. El resto de comunidades jugaban en desventaja, las bandas que surgían debían de emigrar, hacer los "madriles", si querían tener algo de repercusión a nivel nacional. Pero surgió un tercer punto geográfico que producía grupos de calidad, con un circuito propio de actuaciones de prestigio, una tierra de gran tradición musical y festera, evidentemente os hablo de mi tierra, Valencia. La capital del Turia contaba con populares sesiones dominicales de Rock, importantes salas de directo, festivales veraniegos, actuaciones de primer nivel durante las fiestas Falleras, pero sobre todo, los músicos valencianos contaron con el empuje del locutor (y leyenda en la radiodifusión valenciana), Enrique Ginés (Discomoder) quien desde las ondas, potenció que nombres como Los Milos, Los Top Son, (por supuesto) Bruno Lomas, o Los Pantalones Azules, resonaran a nivel nacional, proyectando a nuestros artistas fuera de nuestras pequeñas fronteras mediterráneas...

 Recordemos que a pesar de todo, eran tiempos en los que había que andarse con ojo con según que cosas, levantar la voz tenía sus riesgos, por lo que muchos jóvenes abrazaron el Rock'n'Roll como un vehículo, cuyo espíritu transgresor codificaba en rasgueos de guitarra y solos de batería, aquello que no se podía decir con palabras. La chavalada comparte sus inquietudes en espacios esenciales como el Club Universitario de Valencia, de entre las aulas universitarias surgen decenas de formaciones rockeras, pero el rock nunca fue elitista, no llegó para segregar, sino para unir. En los barrios mas humildes hierve el mismo espíritu renovador y rebelde, como en el marinero barrio de El Cabanyal, un histórico núcleo de casas de pescadores (la mayoría de dos o tres alturas, del siglo XIX, construido sobre las antiguas barracas marineras que discurrían paralelas al mar). Es en este contexto donde cinco chavales con intereses comunes deciden unir sus fuerzas para tocar Rock, José Manuel Ballester (cantante), Antonio Pizá (guitarra), Vicente Gay (bajo y saxo), Ramón Asensio (batería) y José Llusar (teclados) surgen en 1965 bajo el nombre de Els 5 Xics (Los 5 Chicos). Su principal referente es el Rock norteamericano, pero también el Beat británico y el Rhythm and Blues, su estilo es tosco, garagero y seminal, curtido a base de modestos bailes dominicales de barrio. Su debut profesional sucede en el desaparecido Teatro Ruzafa, donde ganan el primer premio en un festival de conjuntos noveles. Este galardón les abre las puestas de las salas mas prestigiosas de la provincia, y pronto su nombre es sinónimo de rock puntero y prometedor...



En 1967 consiguen firmar un contrato discográfico con el modesto sello Sesión, para su primer single apuestan por un tema propio, “Tiene los Ojos Azules” (Sesión, 1967), le sigue “El Chimpancé”, un simpático baile al estilo "Mashed potato", el "Twist", o el "Hully Gully", pero ambientado en su propio barrio, y se suman a la ola del flamenco-pop con "Española bonita", singles de mediana calidad, pero que consiguen alta aceptación en su ciudad, sin embargo no consiguen ni acercarse al público de otras provincias. Sin embargo la cantidad de discos que venden en Valencia llama la atención de EMI, quien los ficha a principios del 68 para su filial Regal. La banda se marcha a Barcelona para grabar, el sello les concede cierta libertad para elegir su repertorio, pero las sesiones de grabación sucederán durante los días que dejen libres las estrellas de primera fila de EMI, sin ataduras, la banda evoluciona y crea temas poco comerciales pero de calidad como "El árbol del pan" o "El hombre gris", en las que se incorpora al combo el organista Bernardo Adam Ferrer. Cuando regresan a Valencia ni siquiera saben que singles van a ser publicados, ya que esa decisión queda en manos de la discográfica. Pero los de Regal saben lo que se hacen, ahora els 5 xics son siete, al nuevo organista le suman otro saxo y el sonido de su nuevo single es mucho mas compacto, "La otra tarde" es su debut con Regal, una balada típica con un omnipresente teclado y con un Jose Manuel mucho mas seguro vocalmente. Su cara B es todo un desafío, una impecable y magnífica versión de un potente Rhythm'n'Blues, "Raising your hand", compuesta por Steve Cropper, y Eddie Floyd, para este último. Interpretado en su idioma original, con un magnífico ritmo medio, riff en los metales... y mucho Soul al estilo Stax, un tema que injustamente pasó sin pena ni gloria y que marcaba un nivel muy superior a otras bandas contemporáneas. Atentos que es bestial:



También publican un single en su lengua vernácula, "Quan un home vol una dona", una curiosa y digna versión en valenciano del clásico "When a man loves a woman" de Percy Sledge, que amplía aún mas su popularidad en casa. Luego los anteriormente citados "El árbol del pan" y "El hombre gris", un single raro y atractivo a partes iguales, arreglos exquisitos entre la psicodélia y la balada pop, cambios melódicos y rítmicos muy marcados y unas letras casi místicas. Els cinc xics son proclamados por votación popular en una emblemática emisora como el mejor grupo valenciano del momento, su estilo es ahora un pop con ciertas influencias del soul y la psicodelia. Su difusión se extiende al resto del territorio nacional, nunca llegan a impactar en exceso, aunque sí consiguen cierta popularidad en la cornisa cantábrica, principalmente en Bilbao, donde por mor del destino, el mánager de Mocedades les ofrece un intercambio para que sus chicos actúen en Valencia y Els 5 Xics en el norte. A principios del 71 cambian de discográfica, bueno mas bien los de Regal buscan otro tipo de producto y endosan a la banda a Unic, donde intentan convertirlos en un grupo festivalero de canción del verano, al estilo de Formula V y Los Diablos, los chicos afrontan el nuevo reto con oficio, honestidad y profesionalidad, pero su fama y calidad va en declive hasta que en 1976 acaban sus grabaciones, separándose sin hacer ruido antes de comenzar la siguiente década.

Otra de esas olvidadas bandas a reivindicar, sin una trayectoria impactante, pero parte fundamental de la evolución y la historia de nuestra música pop, para despedirles os dejo con "Soy muy hombre", en mi opinión una de las mejores versiones jamas perpetradas del temazo "I'm a man" de The Spencer Davis Group. Atentos a la estupenda intro, la instrumentación, la batería, la parte vocal y la estupenda letra (no se acredita de quien es la "personal" adaptación). Tremendos...recordar que eran de aquí, de Valencia, tal vez si hubiesen sido de Chicago o California les habría ido de otro modo... ¿no?

jueves, 3 de abril de 2014

Vinilos de Oro: "Natural"



 Que no se asuste nadie, voy a hablaros de Juan Pardo. Es posible que después de este anuncio alguno empiece a notar picores, sudor frío o taquicardia... otros, de mente mas abierta y acostumbrados a mis propuestas musicales, se dejaran llevar a ver que pasa, y un último grupo (estos serán los menos me temo) les habrá dado un pequeño vuelco el corazón al intuir de lo que les vamos a hablar hoy. Antes que nada debo poneros en antecedentes, escucho a Juan Pardo desde que tengo uso de razón, mi padre fue posiblemente uno de sus mayores fans (un disco suyo era un regalo muy socorrido y acertado para las navidades), por lo que en mi casa su música y su voz van irremediablemente asociados al recuerdo de mi padre... pero no creáis que me estoy poniendo sensiblero, no traigo a Juan Pardo a Grafistántaneas por eso, aquellos discos de mi infancia me hicieron conocer al artista, pero aquellas canciones eran de mi padre, nunca conectaron conmigo, y ahí quedó la cosa. Con el tiempo (y algo de nostalgia) volví a interesarme por su figura, posiblemente el recuerdo mayoritario sea el del Juan de los 80, un cantante de canciones ligeras modernillas, chaqueta azul marino con botones dorados, camisas rosas, coros de niños y legión de jubilautas al fondo... algo que no se ajustaba en absoluto al sonido de los singles que recordaba poner una y otra vez en aquel plato con ampli de bombillas. Es entonces cuando (re)descubrí un artista esencial, injustamente etiquetado, un pionero del pop cuya verdadera importancia ha quedado ensombrecida por su etapa mas populachera (aunque supongo que mas rentable también), un artista cuyo momento cumbre debe situarse entre el 71 y el 76, cuando su talento y evolución dieron como resultado un buen puñado de discos impecables, entre los que debo destacar uno que nunca estuvo entre la colección de mi padre, una verdadera joya a medio camino entre el cantautor acústico, el folk, y el misticismo pop... y completamente en inglés... España, año 1972...

A principios de los 70 Juan Pardo todavía era un cantante con conexiones pop, lejos quedaba aquel 1962 cuando mereció el premio al "mejor rocker español del año", con versiones como "Whole lot of a shakin' going on", de Jerry Lee o "La bamba", luego llegaron Los Pekenikes (aún un grupo vocal, donde el director artístico de la compañía comentaba sobre él en estos términos: "Mira, volved a llamar a Junior. Ese chico que habéis traído no sirve para cantante y jamás hará carrera", poco después coincidiría con el filipino en Los Brincos, para unirse como dúo como Juan y Junior, donde comenzó a destacar como compositor e intérprete de un eficaz pop clásico, con grandes armonías vocales y arreglos orquestales, con temas como "Tiempo de amor", "En San Juan", "Nos falta fe", "La caza", "Anduriña" (tema favorito de Picasso, gracias al cual tuvieron la oportunidad de conocerse en Francia), "Tres dias" o "Nada". En 1969, tras un desencuentro con Junior decide emprender una carrera como solista, en ese momento se destapa un nuevo Juan Pardo, arriesgado, innovador y sin la imperiosa necesidad de cumplir con los compases de la melodía. Su primer single hace temblar a los directivos de Zafiro, un tema de siete minutos (cuando en  en aquella época ninguno sobrepasaba los tres o tres minutos y medio), y encima compuesto en gallego. Desconfiados, le presionaron fuertemente, pero Juan no cedía, al final le convencieron sobre lanzar una versión en castellano a la misma vez que la original, Zafiro-Novola, que no lo veía nada claro, sacó por su cuenta solo la versión en castellano y sin avisar (que por cierto fue un inesperado éxito), hubieron discursiones, desencuentros, enfados, y finalmente se lanzó la otra... pero Juan se negó a cantar nunca mas en la versión elegida por Zafiro y en sus conciertos sólo la interpretaría en galego...pero volvamos a "Natural" que me estoy perdiendo, y no quiero liaros...



El inicio de los 70 fueron tiempos de cambio para el pop español, muchas de aquellas punteras bandas de los 60 veían como sus cantantes se "independizaban" e iniciaban su andadura como solistas. Juan Pardo debuta con "Soledades" un disco irregular, formal y melancólico a veces, con momentos memorables como la enérgica  “Quise por querer”, aunque también peñazos como "Eva", una inaguantable letanía sentimental de siete minutos, o "Noreen" tema con el que Juan parece avisar de cuales son sus intenciones inmediatas. Parecía que el artista sufría de una personalidad múltiple, por un lado el comercial casposillo, por otro el cantautor optimista, el proto trobador de las aldeas, y el moderno artista pop. En esta última faceta, Pardo intenta abrir el mercado anglosajón, compone y canta en inglés con una marcada influencia del pop británico del momento (faceta que explotó apadrinando a la cantante británica Andee Sylver). En aquel momento Juan, posiblemente en una etapa mística, decide apostar por algo diferente, una evolución en su forma de componer, sentir y hacer, en sus propias palabras: "un volver a las raíces puras de la composición, una guitarra con el acompañamiento de otras guitarras, órgano, bajo y batería, y hacer las canciones en su base mínima, que no tuviesen demasiado adorno. Y ahí nació el concepto de "Natural". Pop y Folk se unen en este disco, un gran trabajo, canciones desnudas, casi un antecesor del "unplugged",  una producción que puedes poner perfectamente junto al " Teaser And The Firecat" de Cat Stevens, o el "Sunshine Superman" de Donovan.



 Editado en el sello Erika, del que Juan era copropietario, "Natural" se graba en los estudios Trident de Londres, con Andee Silver en los coros y Chris Spedding (Roxy Music) como guitarrista principal, Clem Catini (The Tornados) a la batería, y el director de orquesta Colin Green. Posiblemente hoy pueda considerarse este disco como una rareza, poco nombrado y que nunca se incluye entre los recopilatorios del artista, y es que, a pesar de la buena acogida de la crítica, "Natural" no funcionó nada bien en el mercado, el público no supo digerir que de repente, un cantante que compone y canta en castellano y gallego, se pusiera a cantar en inglés unos temas tan "intensos". "Natural" se coloco en el número uno de ventas gracias a los elogios de la prensa, pero no aguantó mucho el tirón y se fue diluyendo tras los temas de Nino Bravo, Jeanette, Camilo Sexto, o Formula V (estos dos últimos deben algunos de sus éxitos a Pardo). "Natural" puede entenderse como un álbum conceptual que evidenciaba las influencias del rock, country y folk del compositor, tanto es así que Pardo no permitió que se editaran singles del disco, el disco debía convertirse en una experiencia completa. El tema que le da nombre es excelente  (en sus dos versiones), hubo una versión en español, mucho mas rítmica que sirvió como fondo para un spot de trinaranjus (Juan hizo diversos trabajos en publicidad), el resto del disco deambula en la misma línea, temas elegantes con cierto aire introspectivo, pero sin el trascendentalismo filosófico de otros artistas de la época,  "Where is Love", “Hiroshima”, "Count on me" o "Come Back"  valen una escucha por si solas.



 Durante la promoción,los de CBS le invitaron a una cena en Londres, allí se encontraba Juan, sentado entre Tony Bennett y Matt Monro, hablaron de su disco, George Martin se interesó por el, esa misma noche se lo hizo llegar, su (anecdótica) respuesta fue inmediata y, según cuenta el artista, en un tono sincero: “Fantástico, me gustó muchísimo, creo que tienes un camino estupendo. Si alguna vez necesitas algo, llámame”. Con "Natural" Juan comienza una trilogía inglesa que se completa con "My Guitar" (1973) y "Conversations with myself" (1974), donde experimenta con el Country y el rock sureño, siempre desde un pop suave, este último, aunque mas flojo se convierte en su mayor éxito, su single en castellano ("Conversaciones conmigo mismo") se coloca en el numero uno de ventas (para mi es un tema impresionante) durante doce semanas, entre el 28 de septiembre y el 14 de diciembre, en ese momento Juan entiende que el círculo estaba cerrado, y era hora de cambiar de rumbo.

Es muy probable que hoy ya nadie recuerde la razón por el que "Natural" fuese un disco tan especial, yo tenía un añito cuando salió al mercado, no lo viví, pero recordar que estábamos en 1972, nadie en España hacía nada parecido musicalmente, al menos para el gran público (a nivel, digamos, underground, gente como Smash estaban alentándose décadas con su concepto sonoro). "Natural" es uno de los mejores discos de la dilatada carrera del cantante gallego (aunque nacido en Palma de Mallorca), es posible que algunos piensen que este disco no ha soportado bien el paso del tiempo, es su problema, ya lo aviso, en cuestiones musicales el tiempo no es un factor que reste, en mi opinión es todo lo contrario, en los trabajos honestos y de calidad, siempre suma. Además, durante esa época Juan no se limitó a sus discos y conciertos, mientras tanto ayudaba a alcanzar el estrellato a un buen puñado de artistas como Camilo Sesto, los Pecos, Andrés do Barro, Massiel, Manolo Galván, Nuestro Pequeño Mundo, Maruja Garrido, Daniel Velázquez, The Casuals, Andee Silver, Juan Erasmo Mochi, Luis Gardey, Los Mismos, La Zarzamora, Marisol, Miguel Ríos, Juan Camacho...etc. El Juan Pardo que me gusta es el anterior a los 80 (nunca he entendido por que de repente se reivindican  como "modernas"  figuras como Raphael  o Rocio Durcal, mientras se dejan atrás otras mucho mas influyentes e importantes), en aquel momento  Juan era nuestro Paul McCartney, compositor, productor implicado, innovador, con una gran visión comercial, posiblemente empalagoso y amable en exceso, con predilección por los cambios de ritmos y con unos arreglos que siempre me recuerdan al Beatle (salvando las distancias, o sin salvarlas). Ahora si que reconozco dejarme llevar por una simpatía arraigada en mis recuerdos, y que algunos de estos temas de Pardo, en el fondo ya presagiaban el futuro camino del artista, en cualquier caso que "Natural" (My Guitar", ó "Conversations with myself")  sean discos de Juan Pardo no debe de intimidaros, dejar atrás los prejuicios (yo tampoco simpatizo en exceso con el Pardo de los 80), escuchen este último tema que le da título y sumérjanse en este sonido "Natural", una propuesta que hay que paladear despacio... háganme caso y disfrútenla sin mas prejuicios...